Subir a los Picos de Europa es una de esas cosas que debes de hacer una vez en la vida.
Si además coincide que debajo de ti tienes un mar de nubes impresionante y que arriba hace sol has triunfado. Es mucha la gente que sube a los picos pero el día no es bueno, las nubes están a tu altura… por suerte ese día disfrute de un bonito sol, buena temperatura y pude hacer alguna que otra ruta. Una de ellas era volver a ver las minas de Buferrera.
SITUACION DE LAS MINAS
Dejando atrás el lago Ercina, encuentras una indicación donde te indican hacia donde debes de ir para encontrarlas. Un camino sencillo, sin complicaciones, y que toda familia puede hacer. Por el camino te vas encontrando vacas, pájaros que se posan, personas que van y vienen y de pronto te topas con las minas, además de varios rincones donde las piedras se hacen hueco, los colores rojizos toman fuerza, incluso paredes verticales dejan paso a la vista de las minas desde lo alto.

Carro de transporte de materiales
Un lugar cuidado, que de momento no se ha destrozado y esperemos que así sea, que te teletransporta a esos años anteriores. Entre los restos que se encuentran puedes ver un par de carros para transportar las piedras, caminar por encima de las vías por donde se circulaba, incluso puedes adentrarte dentro de ellas para cruzar la montaña por debajo haciéndote a la idea de que estás llevando material o simplemente trasladándote hacia el otro extremo de la mina.
Siempre al verlas en mi caso me dan vueltas a la cabeza como serían aquellos años trabajando allí, que harían, como se moverían, cuantas horas trabajarían … incluso pensar en el duro invierno que haría en aquellos años. Un lugar que merece la pena visitar y conocer.

Una de las entradas hacia la mina

Otra de las minas por donde poder caminar